The China Mail - Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor

USD -
AED 3.672503
AFN 66.489639
ALL 83.872087
AMD 382.480133
ANG 1.789982
AOA 917.0003
ARS 1450.699702
AUD 1.544736
AWG 1.8025
AZN 1.699041
BAM 1.69722
BBD 2.01352
BDT 122.007836
BGN 1.695875
BHD 0.37699
BIF 2949.338748
BMD 1
BND 1.304378
BOB 6.907594
BRL 5.352801
BSD 0.999679
BTN 88.558647
BWP 13.450775
BYN 3.407125
BYR 19600
BZD 2.010578
CAD 1.41299
CDF 2221.00033
CHF 0.80818
CLF 0.024039
CLP 943.050062
CNY 7.12675
CNH 7.12449
COP 3825.88
CRC 502.442792
CUC 1
CUP 26.5
CVE 95.686244
CZK 21.11385
DJF 178.017286
DKK 6.47882
DOP 64.320178
DZD 130.66705
EGP 47.347006
ERN 15
ETB 153.49263
EUR 0.86768
FJD 2.28525
FKP 0.766404
GBP 0.76411
GEL 2.715017
GGP 0.766404
GHS 10.92632
GIP 0.766404
GMD 73.508006
GNF 8677.881382
GTQ 7.6608
GYD 209.15339
HKD 7.775025
HNL 26.286056
HRK 6.539803
HTG 130.827172
HUF 334.998987
IDR 16711
ILS 3.271502
IMP 0.766404
INR 88.66825
IQD 1309.660176
IRR 42112.501218
ISK 126.68026
JEP 0.766404
JMD 160.35857
JOD 0.708975
JPY 153.312971
KES 129.150268
KGS 87.449913
KHR 4012.669762
KMF 428.000238
KPW 900.033283
KRW 1447.954975
KWD 0.307089
KYD 0.833167
KZT 526.13127
LAK 21717.265947
LBP 89523.367365
LKR 304.861328
LRD 182.946302
LSL 17.373217
LTL 2.952741
LVL 0.60489
LYD 5.466197
MAD 9.311066
MDL 17.114592
MGA 4508.159378
MKD 53.394772
MMK 2099.044592
MNT 3585.031206
MOP 8.005051
MRU 39.997917
MUR 45.999832
MVR 15.404961
MWK 1733.486063
MXN 18.63575
MYR 4.183006
MZN 63.960152
NAD 17.373217
NGN 1436.9102
NIO 36.78522
NOK 10.225185
NPR 141.693568
NZD 1.77489
OMR 0.384498
PAB 0.999779
PEN 3.375927
PGK 4.279045
PHP 58.997504
PKR 282.679805
PLN 3.691414
PYG 7081.988268
QAR 3.643566
RON 4.413096
RSD 101.707004
RUB 81.145785
RWF 1452.596867
SAR 3.750613
SBD 8.223823
SCR 13.740107
SDG 600.497654
SEK 9.586485
SGD 1.305415
SHP 0.750259
SLE 23.196085
SLL 20969.499529
SOS 571.349231
SRD 38.503502
STD 20697.981008
STN 21.260533
SVC 8.747304
SYP 11056.895466
SZL 17.359159
THB 32.414498
TJS 9.227278
TMT 3.5
TND 2.959939
TOP 2.342104
TRY 42.117398
TTD 6.773954
TWD 30.971303
TZS 2459.806999
UAH 42.066455
UGX 3491.096532
UYU 39.813947
UZS 11966.746503
VES 227.27225
VND 26315
VUV 122.169446
WST 2.82328
XAF 569.234174
XAG 0.0208
XAU 0.000251
XCD 2.70255
XCG 1.801686
XDR 0.70875
XOF 569.231704
XPF 103.489719
YER 238.491627
ZAR 17.38063
ZMK 9001.224357
ZMW 22.61803
ZWL 321.999592
Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor
Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor / Foto: © AFP

Cuando la desinformación imita el fact-checking para engañar mejor

La desinformación y la propaganda política a menudo son difundidas con recursos que imitan y distorsionan los códigos del periodismo de verificación -o "fact-checking"-, lo cual aumenta la confusión en la guerra de la información que ha quedado en evidencia durante el conflicto en Ucrania.

Tamaño del texto:

A primera vista, "WarOnFakes" parece un sitio de fact-checking como cientos de otros, muchos de los cuales pertenecen a medios de comunicación conocidos. El sitio ruso, replicado en redes sociales por algunas cuentas oficiales de autoridades rusas, afirma "no ser político", sino proporcionar "información imparcial sobre lo que ocurre en Ucrania".

Utiliza por ejemplo capturas de pantalla etiquetadas con alertas de "FAKE" o flechas y círculos en las fotos. Todos estos son códigos de fact-checking, un formato especializado de la verificación de contenido público. Pero varios artículos llaman la atención, como el que dice: "Falso: un hospital de maternidad atacado en Mariúpol".

Mediante el uso (equivocado) de un programa informático de geolocalización, el texto pretende demostrar que un hospital de maternidad en esa ciudad ucraniana no fue atacado, con lo que contradice los relatos de los testigos y las imágenes publicadas en la prensa internacional tras el bombardeo del 9 de marzo pasado en contra del hospital pediátrico.

Sin pruebas, el texto afirma que el ataque no fue más que un "montaje" de los ucranianos y se hace eco de la retórica del Kremlin.

Como una forma de aumentar la confusión, el sitio también denuncia contenidos desinformativos "reales" que pueden ser desfavorables para Rusia. Es el caso del video de una niña que se enfrenta a un soldado, compartido por los usuarios como si mostrara a una niña ucraniana encarando a un ruso. En realidad, se trata de una niña palestina que enfrentó a un militar israelí en 2012.

- Moneda de cambio -

El uso indebido del fact-checking no se inicia con este conflicto. Los equipos de AFP ya han detectado varios ejemplos similares en Etiopía, Brasil y China, entre otros.

El perfil de "Verdade dos Fatos" en Twitter, por ejemplo, se propone "comprobar" el contenido publicado por las agencias de verificación, autodenominándose como "el primer fact-checking de fact-checking en Brasil". Al afirmar que se basa en información "pública y notoria", la cuenta contradice información difundida por instituciones nacionales e internacionales fiables.

"El fact-checking se está convirtiendo en una moneda de cambio" en la guerra de la información, destaca Pascal Froissart, profesor e investigador de comunicación en la Universidad de París-8.

"Desde un punto de vista estratégico, es muy eficaz", continúa, y sostiene que "esta comprobación partidista de los hechos es practicada abiertamente por los partidos políticos en las democracias".

En Ucrania en particular, "vemos el apogeo de esto con todo un proceso de reescritura, que llega hasta el revisionismo histórico, reinventando los hechos", asegura.

La comunicación se ha reapropiado de "todos los formatos periodísticos", y "lo mismo ocurre hoy con el fact-checking, porque tiene la capacidad de convencer", añade Laurent Bigot, de la Universidad de Tours.

"Es una herramienta que tiene la ventaja añadida de decirle a la gente 'lo que te han dicho no es verdad, pero lo que decimos nosotros sí'", explica el profesor e investigador de periodismo.

- Credibilidad -

"Lo que están haciendo los 'falsos' fact-checkers es robar la credibilidad del concepto, imitando sus métodos", señala Peter Cunliffe-Jones, investigador de la Universidad de Westminster, en Londres, y uno de los responsables de la International Fact-Checking Network (IFCN), que agrupa a medios especializados, entre ellos la AFP.

La verificación de imágenes es una "fuente de información de confianza, por lo que es muy fácil utilizar este 'atajo' de credibilidad para abusar de esa confianza", comenta Anne Kruger, directora en Asia-Pacífico de First Draft, una ONG de combate a la desinformación.

En una época en la que los medios de comunicación son muy criticados, en la que los límites entre periodismo, opinión y comunicación son difusos, "resulta confuso para el público, que tiene aún más dificultades para orientarse", afirma Laurent Bigot.

Entonces, ¿cómo orientarse en este escenario?

Lo que importa es la fuente, coinciden los expertos, que señalan la importancia de la educación mediática desde una edad muy temprana: ¿Qué organización ha producido la verificación y quién la financia, por ejemplo?

"Por un lado, vemos garantías de metodologías rigurosas que no tienen más motivación que la de informar, mientras que, por el otro lado, nos encontramos con una especie de señuelo", dice también Laurent Bigot.

Peter Cunliffe-Jones insiste en el cumplimiento de los códigos de prácticas de fact-checking, como los de la IFCN.

"Lo principal es la transparencia de la organización que realiza el fact-check, la metodología utilizada y el aporte de pruebas verificables", resume.

G.Tsang--ThChM