

Alcaraz le arrebata a Sinner la corona del US Open y el número uno
En su tercera final de Grand Slam consecutiva, Carlos Alcaraz se tomó el domingo una revancha perfecta de Jannik Sinner al desbancarlo del trono del Abierto de Estados Unidos y del número uno de la ATP.
El español ganó 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4 y alzó su segundo título del US Open y su sexto de Grand Slam a los 22 años, frente a la mirada en la grada de Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos fue el primero en ejercicio en visitar el torneo de Nueva York desde Bill Clinton en 2000 y su presencia provocó un retraso de más de media hora en el inicio de la final.
Tras largas esperas por los controles de seguridad, el público disfrutó de la última gran batalla del año entre Alcaraz y Sinner, las jóvenes estrellas que han acaparado todos los trofeos de Grand Slam en 2024 y 2025.
Culminado el triunfo con un 'ace', Alcaraz compartió un cálido abrazo con Sinner en la red antes de imitar un swing de golfista, su celebración talismán, esta vez hacia donde se encontraba Trump, aficionado como él al golf.
"Creo que jugué perfecto", dijo un radiante Alcaraz en la sala de prensa. "Si quería ganar el US Open y a Jannik, tenía que jugar perfecto".
Vencedor en Roland Garros en junio pero derrotado en julio en Wimbledon, Alcaraz se tomó el domingo revancha con un triunfo que amplía su distancia en la carrera con Sinner, que se quedó con cuatro títulos de Grand Slam en su palmarés.
"Hoy él jugó mejor que yo", reconoció Sinner en su turno. "Simplemente es un jugador diferente. No tiene debilidades".
"Yo hoy fui muy predecible. Él hizo muchas cosas, cambió el juego, ese es su estilo. Ahora dependerá de mí si quiero hacer cambios o no", afirmó el transalpino que, a los 24 años, fue esta temporada el tenista más joven en llegar a las cuatro finales grandes.
- El 'déjà vu' de 2022 -
Sinner, que estaba invicto en sus últimos 27 partidos en Grand Slams de pista rápida, falló en su intento de ser el primero en revalidar el trofeo desde los cinco ganados por Roger Federer entre 2004 y 2008.
Del otro lado de la red, Alcaraz vivió un maravilloso 'déjà vu'. Como en la final de 2022, el español se llevó el doble botín del trofeo del US Open y el número uno mundial, que no ostentaba desde septiembre de 2023.
"¡Enhorabuena Carlos Alcaraz!", le felicitó su ídolo Rafael Nadal por X. "Felicidades por todo el trabajo que hay detrás de esta gran temporada".
- Silbidos a Trump -
El pulso entre Alcaraz y Sinner, primeros rivales en tres finales de Grand Slam en un año, atrajo a estrellas de otros deportes (Pep Guardiola y Sergio Pérez), de la música (Bruce Springsteen) y del cine (Ben Stiller).
Pero la celebridad que recibió más atención fue Donald Trump, que no visitaba Flushing Meadows desde hace una década, cuando fue abucheado a su llegada junto a su esposa, Melania.
El mandatario republicano, que ya presenció el Super Bowl en febrero y la final del Mundial de Clubes de la FIFA en julio, saludó desde el palco en varias ocasiones al público generando reacciones contrapuestas.
En el segundo set recibió abucheos y algunos aplausos al ser enfocado en las pantallas gigantes.
Tras el partido, Trump firmó algunas gorras en el palco y se las lanzó a espectadores en la grada.
- Dominio de Alcaraz -
La final de Nueva York no se acercó a las cuotas de épica de la de Roland Garros, donde el prodigio de El Palmar remontó dos sets en contra y salvó tres pelotas de partido.
Aún así, los 23.000 aficionados de la mayor pista del mundo disfrutaron de trepidantes intercambios y de golpes de fantasía de Alcaraz que hicieron llevarse las manos a la cabeza a otro mago de la pelota, el basquetbolista Stephen Curry.
Como en su semifinal ante Novak Djokovic, Alcaraz exhibió su confianza al elegir comenzar el partido al retorno y quebrando el servicio de Sinner en el juego inicial.
El primer set cayó en el bolsillo español en 38 minutos, pero el guión cambió bruscamente en el segundo.
Un break temprano le devolvió la confianza a Sinner para hacerse fuerte en el fondo de la pista.
Alcaraz entregó un set por primera vez en todo el torneo, pero su respuesta fue inmediata y contundente.
En el tercero retomó el control y estuvo cerca de adjudicarse el primer parcial en blanco en la historia de esta rivalidad, que llegó a 15 episodios con 10 triunfos españoles.
Contra las cuerdas, Sinner se reenganchó en el arranque del cuarto set, pero Alcaraz fue llamando la puerta hasta encontrar el break que necesitaba en el quinto juego.
El triunfo ratifica a Alcaraz como el claro dominador de esta rivalidad, con siete victorias en los últimos ocho encuentros.
W.Cheng--ThChM