

Brasil suspende el pacto de no comerciar soja de tierras deforestadas de la Amazonía
El organismo regulador de la competencia en Brasil suspendió una moratoria de grandes empresas que se comprometían a no comprar soja procedente de tierras deforestadas en la Amazonía, una decisión criticada por el ministerio de Ambiente, a tres meses de la COP30 en Belém.
El Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) anunció la noche del lunes la suspensión como una "medida preventiva", al considerar que el acuerdo, vigente desde 2006, "constituye un pacto de no competencia entre empresas que perjudica la exportación de soja".
Con ventas internacionales por 96,8 millones de toneladas entre enero y noviembre de 2024, según estatal la Compañía Nacional de Suministros, Brasil es el mayor exportador mundial de soja.
Una treintena de empresas signatarias del pacto, entre ellas gigantes como la estadounidense Cargill y la francesa Louis Dreyfus, tienen diez días para desvincularse, so pena de fuertes multas.
El ministerio de Ambiente expresó "preocupación" por la suspensión de la moratoria.
El acuerdo ha dejado "resultados innegables para la protección ambiental" y duración en el tiempo indica "la ausencia de elementos que puedan, por sí solos, caracterizar un cartel de compra", argumentó la cartera de Ambiente, en un comunicado.
"Entre 2006 y 2023, el área dedicada a la soja en el bioma Amazónico creció un 427%, sin provocar nueva deforestación", agregó el ministerio.
La Cade decidió abrir un "procedimiento administrativo" contra las empresas del pacto, tras recibir una solicitud de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.
El Congreso tiene mayoría conservadora y numerosos legisladores representan el poderoso lobby del agronegocio, uno de los motores del crecimiento de la primera economía de América Latina.
La moratoria había sido firmada en 2006 por representantes de la industria de la soja, bajo presión sobre todo del mercado europeo frente al aumento de la deforestación en la Amazonía.
Los firmantes se comprometían a no comerciar soja procedente de tierras deforestadas a partir de 2008 en la mayor selva tropical del mundo.
La suspensión suscitó una ola de críticas de organizaciones como Mighty Earth, para la cual "allana el camino hacia aún más deforestación en uno de los ecosistemas más vitales del planeta".
"Es inconcebible que la moratoria haya sido suspendida a tres meses de la COP30", la conferencia de la ONU sobre el clima, que se realizará en noviembre en la ciudad amazónica de Belém, lamentó por su parte Cristiane Mazetti, representante de Greenpeace en Brasil, citada en un comunicado.
Según varias ONG, la deforestación cayó 69% entre 2009 y 2022 en las zonas incluidas en la moratoria.
La decisión de Cade, por el contrario, fue celebrada por la Asociación de Productores de Soja del estado amazónico de Mato Grosso (centro-oeste), que la consideró una medida "histórica en la defensa de la libre competencia".
D.Wang--ThChM