The China Mail - Legado e innovación en un viñedo francés para luchar contra las enfermedades

USD -
AED 3.6725
AFN 68.334888
ALL 83.268436
AMD 382.872571
ANG 1.789783
AOA 917.000058
ARS 1298.500054
AUD 1.53611
AWG 1.80075
AZN 1.699729
BAM 1.673777
BBD 2.018408
BDT 121.455376
BGN 1.674028
BHD 0.377065
BIF 2981.241549
BMD 1
BND 1.281889
BOB 6.922521
BRL 5.408597
BSD 0.999649
BTN 87.28295
BWP 13.40305
BYN 3.345371
BYR 19600
BZD 2.007942
CAD 1.379065
CDF 2894.999927
CHF 0.807105
CLF 0.024575
CLP 964.070024
CNY 7.182099
CNH 7.183205
COP 4014.7
CRC 505.173255
CUC 1
CUP 26.5
CVE 94.363762
CZK 20.96135
DJF 178.013025
DKK 6.393705
DOP 61.600606
DZD 129.742778
EGP 48.354101
ERN 15
ETB 141.559507
EUR 0.85665
FJD 2.254903
FKP 0.737572
GBP 0.738535
GEL 2.690173
GGP 0.737572
GHS 10.846059
GIP 0.737572
GMD 72.499774
GNF 8667.448289
GTQ 7.667127
GYD 209.133659
HKD 7.817735
HNL 26.181541
HRK 6.451098
HTG 130.799052
HUF 338.813502
IDR 16221.2
ILS 3.391022
IMP 0.737572
INR 87.37785
IQD 1309.547752
IRR 42112.500794
ISK 122.489805
JEP 0.737572
JMD 160.101326
JOD 0.709042
JPY 147.559498
KES 129.179814
KGS 87.378802
KHR 4001.694473
KMF 420.499323
KPW 900
KRW 1386.210311
KWD 0.30557
KYD 0.833009
KZT 538.737366
LAK 21649.793327
LBP 89730.89546
LKR 300.964476
LRD 200.426184
LSL 17.621898
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.40603
MAD 9.011904
MDL 16.663529
MGA 4394.485285
MKD 52.665586
MMK 2099.006724
MNT 3595.738654
MOP 8.049548
MRU 39.875224
MUR 45.480463
MVR 15.409719
MWK 1733.404079
MXN 18.81291
MYR 4.222497
MZN 63.900427
NAD 17.621898
NGN 1531.810086
NIO 36.790915
NOK 10.181705
NPR 139.65366
NZD 1.68468
OMR 0.384457
PAB 0.999649
PEN 3.556797
PGK 4.219904
PHP 56.978005
PKR 283.647466
PLN 3.640291
PYG 7320.465039
QAR 3.643716
RON 4.333402
RSD 100.37904
RUB 80.504169
RWF 1446.946163
SAR 3.752279
SBD 8.223773
SCR 14.519569
SDG 600.500677
SEK 9.55802
SGD 1.282825
SHP 0.785843
SLE 23.306597
SLL 20969.49797
SOS 571.325877
SRD 37.559887
STD 20697.981008
STN 20.966872
SVC 8.747037
SYP 13001.739664
SZL 17.613104
THB 32.468503
TJS 9.281451
TMT 3.51
TND 2.919567
TOP 2.342099
TRY 40.886697
TTD 6.775324
TWD 30.03805
TZS 2608.01801
UAH 41.223011
UGX 3556.711839
UYU 40.059563
UZS 12542.629622
VES 135.47035
VND 26300
VUV 119.151671
WST 2.766277
XAF 561.364307
XAG 0.026254
XAU 0.000299
XCD 2.70255
XCG 1.801611
XDR 0.697125
XOF 561.361905
XPF 102.06291
YER 240.275021
ZAR 17.613298
ZMK 9001.2026
ZMW 23.272472
ZWL 321.999592
Legado e innovación en un viñedo francés para luchar contra las enfermedades
Legado e innovación en un viñedo francés para luchar contra las enfermedades / Foto: © AFP

Legado e innovación en un viñedo francés para luchar contra las enfermedades

Sus antepasados son viticultores desde al menos el siglo XVI. Sus barricas más antiguas datan de casi 150 años. Pero a este legado, Nathan Muller le suma un punto de innovación con variedades de uvas resistentes a las enfermedades que no necesitan fungicidas.

Tamaño del texto:

En sus viñedos alsacianos, en el noreste de Francia, este barbudo viticultor de 33 años produce las variedades Riesling, Crémant y Gewurztraminer como sus vecinos.

Pero en sus 12 hectáreas hay camuflada media hectárea de cepas resistentes, un híbrido entre vides salvajes americanas y otras locales.

"Esto resiste al mildiu y al oídio. La uva está impecable, las hojas están bien verdes, es mejor para la fotosíntesis", afirma el viticultor.

Su experimento tiene sus raíces en la historia. En el siglo XIX, el mildiu y el oídio, unos hongos microscópicos llegados de América, destruyeron los viñedos europeos cuyas cepas eran incapaces de resistir genéticamente a este mal desconocido.

Los botánicos franceses Georges Couderc y Chrétien Oberling encontraron un remedio al combinar vides silvestres americanas, resistentes por naturaleza a estas enfermedades, con plantas europeas.

En los años 1960, estos híbridos representaban más de un tercio de las plantaciones francesas, antes de desaparecer prácticamente del paisaje. Los productores prefieren ahora pulverizar sus campos con cobre para el mildiu y azufre para el oídio.

Hoy en día, la viticultura es de lejos la actividad agrícola que utiliza más productos fitosanitarios. Incluso las prácticas biológicas siguen recurriendo a ellos.

"¿Podremos prescindir del azufre y el cobre? No", responde contundente Maximilien Zaepffel, otro viticultor biológico en Dambach-la-Ville, al sur de Estrasburgo.

- Reducción de costes -

En búsqueda de técnicas menos nocivas para el medioambiente, el Instituto de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medioambiente (INRAE) relanzó a comienzos de los 2000 la hibridación de cepas francesas con vides de América y Asia para recrear variedades de vino comercializables.

En toda Francia hay un millar de hectáreas plantadas con estas cepas híbridas, dice Didier Merdinoglu, director de investigación del INRAE en la ciudad francesa de Colmar, también en el noreste.

"El mayor interés es la reducción de insumos. De media estamos en el 80% de reducción del uso de fungicidas, lo que es enorme", asegura.

El instituto ha seleccionado desde 2018 nueve variedades y prevé ofrecerlas a otros viticultores en los próximos años. Pero el proceso es lento y toma una quincena de años poner a punto una nueva cepa.

La guinda del pastel es la reducción de los costes de producción para los agricultores. "Esto permite ahorros importantes, de unos 600 euros (635 dólares) por hectárea, sin contar el tiempo dedicado" a esparcir los fungicidas, dice Merdinoglu.

Según él, "esto no desnaturaliza la calidad del vino, a veces incluso tiene a mejorarlo".

- "Hay que experimentar" -

Para el consumidor, estos vinos resistentes a las enfermedades no son más caros.

En su finca en Traenheim, al oeste de Estrasburgo, Nathan Muller vende directamente sus botellas de tinto "resistente" a 8,50 euros (9 dólares), más o menos el mismo precio que su vino ecológico normal.

Por contra, no puede catalogar esta nueva producción como "vino de Alsacia" ni usar la botella de cuello largo típica de la región porque esta denominación de origen está reservada solo a 14 cepas.

Por ello vende este vino bajo la etiqueta de "Vino de Francia", con unos requisitos más flexibles.

Su producción es de momento confidencial, pero toda la cosecha de 2023 cabe en una cuba de 1.200 litros.

"Comercialmente funciona bien. Solo hay que explicar a la gente que estas cepas no tienen nada que envidiar a las tradicionales", estima.

El cambio climático invita también a pensar en crear variedades resistentes al calor. Además, el contexto alsaciano, con las viñas muy cerca de los pueblos, demanda acabar con la pulverización cerca de los núcleos habitados.

"Hay que experimentar, hay que avanzar en esta dirección", estima Zaeppfel, vicepresidente de la Cámara de Agricultura de Alsacia. Los viticultores "ven que las cosas evolucionan y su explotación debe también evolucionar".

V.Fan--ThChM