The China Mail - "No sé cómo será mañana": la incertidumbre de desalojados por las inundaciones en Brasil

USD -
AED 3.672498
AFN 68.211665
ALL 83.532896
AMD 383.502854
ANG 1.789699
AOA 916.999572
ARS 1324.570877
AUD 1.532567
AWG 1.8025
AZN 1.694684
BAM 1.678726
BBD 2.016566
BDT 121.342432
BGN 1.678755
BHD 0.374147
BIF 2978.069611
BMD 1
BND 1.283464
BOB 6.900991
BRL 5.431803
BSD 0.998755
BTN 87.452899
BWP 13.43805
BYN 3.297455
BYR 19600
BZD 2.00618
CAD 1.37545
CDF 2889.999847
CHF 0.809575
CLF 0.024733
CLP 970.26737
CNY 7.181503
CNH 7.189125
COP 4044.890777
CRC 506.072701
CUC 1
CUP 26.5
CVE 94.644007
CZK 20.983603
DJF 177.846444
DKK 6.411501
DOP 60.99309
DZD 128.915497
EGP 48.172181
ERN 15
ETB 138.586069
EUR 0.858504
FJD 2.2523
FKP 0.743868
GBP 0.744574
GEL 2.702977
GGP 0.743868
GHS 10.536887
GIP 0.743868
GMD 72.498055
GNF 8660.572508
GTQ 7.66319
GYD 208.952405
HKD 7.849805
HNL 26.151667
HRK 6.471965
HTG 130.681087
HUF 339.580219
IDR 16256.1
ILS 3.43251
IMP 0.743868
INR 87.72425
IQD 1308.355865
IRR 42125.000398
ISK 122.829843
JEP 0.743868
JMD 159.9073
JOD 0.70903
JPY 147.641498
KES 128.990172
KGS 87.45012
KHR 4000.686666
KMF 422.150244
KPW 900
KRW 1388.769555
KWD 0.30553
KYD 0.832325
KZT 539.727909
LAK 21608.514656
LBP 89486.545642
LKR 300.373375
LRD 200.248916
LSL 17.702931
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.415218
MAD 9.044505
MDL 16.768379
MGA 4407.536157
MKD 52.817476
MMK 2099.737573
MNT 3594.27935
MOP 8.075018
MRU 39.838634
MUR 45.410203
MVR 15.407067
MWK 1731.857002
MXN 18.5813
MYR 4.240174
MZN 63.959588
NAD 17.702931
NGN 1532.289682
NIO 36.753787
NOK 10.289935
NPR 139.924467
NZD 1.679205
OMR 0.381572
PAB 0.998755
PEN 3.535041
PGK 4.212695
PHP 56.750319
PKR 283.390756
PLN 3.64774
PYG 7480.36565
QAR 3.650401
RON 4.355299
RSD 100.553624
RUB 79.739067
RWF 1444.659028
SAR 3.752762
SBD 8.217066
SCR 14.720484
SDG 600.433018
SEK 9.577285
SGD 1.285399
SHP 0.785843
SLE 23.099877
SLL 20969.503947
SOS 570.790953
SRD 37.278984
STD 20697.981008
STN 21.02914
SVC 8.738681
SYP 13001.8509
SZL 17.696236
THB 32.324987
TJS 9.328183
TMT 3.51
TND 2.928973
TOP 2.342101
TRY 40.682595
TTD 6.779108
TWD 29.907096
TZS 2481.867731
UAH 41.31445
UGX 3563.795545
UYU 40.075533
UZS 12578.000944
VES 128.74775
VND 26225
VUV 119.401493
WST 2.653916
XAF 563.029055
XAG 0.026074
XAU 0.000294
XCD 2.70255
XCG 1.800009
XDR 0.700227
XOF 563.029055
XPF 102.364705
YER 240.450178
ZAR 17.743803
ZMK 9001.212009
ZMW 23.145788
ZWL 321.999592
"No sé cómo será mañana": la incertidumbre de desalojados por las inundaciones en Brasil
"No sé cómo será mañana": la incertidumbre de desalojados por las inundaciones en Brasil / Foto: © AFP

"No sé cómo será mañana": la incertidumbre de desalojados por las inundaciones en Brasil

Sobre un colchón en el suelo del mayor refugio de Porto Alegre, a Rafael Adriano Peres le cuesta moverse: fue atropellado por un auto en las primeras horas de las históricas inundaciones en el sur de Brasil y cuando salió del hospital con dos costillas rotas, su esposa había evacuado su pequeña morada, anegada.

Tamaño del texto:

Reunidos de nuevo, Peres, de 35 años, se abraza a Mara, de 45. "No sé cómo será mañana. Vamos a tener que empezar de cero", afirma este hombre enjuto que se ganaba la vida como reciclador informal en la zona baja de la ciudad, todavía inundada por el desborde del río Guaiba.

Entre montañas de ropa y juguetes donados, casi 800 personas están refugiada en este gigantesco cobertizo de la capital del estado de Rio Grande do Sul, golpeado desde hace casi tres semanas por un desastre climático inédito, con más de 150 muertos y un centenar de desaparecidos.

Algunos desalojados albergan la esperanza de volver a su casa cuando el agua baje, otros ya la dan por perdida, como Marcia Beatriz Leal.

Con un suéter blanco de cuello alto y un tatuaje sobre la ceja, esta mujer, de 50 años, alquilaba una casa en la localidad de Estrela, en el interior devastado de la región, con su hijo Pietro, de 7 años, y su anciana madre, enferma de Alzhéimer, dormida a su lado.

"Es la tercera vez" que vive una inundación. "Esa sensación de luchar, conseguirlo de nuevo y de vuelta todo desaparece", afirma Leal, que se hallaba en Porto Alegre con ambos cuando empezó el diluvio sin fin. Ni intentó volver.

- "Nunca pensé que pasaría" -

Esta diseñadora de ropa para animales domésticos afirma sentirse más entera tras haber "llorado" durante una charla organizada por la unidad de salud mental de la alcaldía, en un espacio reservado del abrigo.

Confía en instalarse con su madre e hijo en otro lugar, más a salvo de las lluvias cada vez más intensas en la región y vinculadas por los científicos al cambio climático y al fenómeno El Niño.

Leal y Peres coinciden: "La naturaleza nos está devolviendo lo que le estamos haciendo", afirma ella.

Cubierto con una manta colorida junto a Mara, él tampoco tiene dudas: "El ser humano está acabando con el planeta y la tendencia es que empeore, mientras no se acabe con la deforestación en la Amazonía (...), con todo lo que está debilitando la atmósfera".

La tragedia en el sur de Brasil es una "prueba" de eso y "mañana puede pasar en Belo Horizonte (sureste), en otras ciudades", agrega este hombre, quien subraya que siempre pensó que "el agua nunca llegaría" a su casa.

- Miedo y resistencia -

Unas 13.000 personas se hallan en los 149 refugios montados en esta moderna ciudad de 1,4 millones de habitantes, según las autoridades locales.

Para Marta Fadrique, coordinadora de salud mental de la alcaldía, el miedo a que las inundaciones vuelvan a repetirse puede instalarse entre los más afectados, aunque apunta que entre la mayoría de casos esa sensación acaba menguando.

"El miedo es normal" en esta fase "aguda" de la catástrofe, así como la ansiedad, el insomnio y "la desconfianza hacia todo", asegura esta psicóloga en el patio exterior del abrigo, donde hay varias hileras de ropa secándose al sol y corretean varios niños desalojados, con un aire ajeno a la tragedia.

Habraham Elises Gil, de 25 años, es un venezolano que inmigró hace seis años debido a la situación económica en su país. Junto a su esposa y dos hijastros consiguió rehacer su vida en Porto Alegre como limpiador, instalarse en una casa y comprarse muebles.

Lo perdió todo pero ya está pensando en volver a empezar.

"Los niños nos dan fuerza. La vida continúa, mientras sigamos con vida, todo tiene que fluir", afirma.

N.Wan--ThChM