Empapados y desplazados, los gazatíes se preparan para un invierno bajo las carpas
Niven Abu Zreina barre el agua que no deja de entrar en su tienda, en un campamento improvisado para desplazados en Ciudad de Gaza. Esta es la primera gran lluvia de la temporada y ella, sin zapatos siquiera, se prepara para otro invierno difícil.
"Llevo desde esta mañana intentando barrer el agua de lluvia que inundó nuestra tienda", explica a AFP con su hiyab mojado pegado a la cara.
"La escena habla por sí sola. El agua de lluvia empapó nuestra ropa y el colchón", dice, mientras a su lado un familiar continúa barriendo el agua, también descalzo.
Mahmud Basal, el portavoz de la agencia de Defensa Civil de Gaza, advirtió el viernes que miles de carpas, que se habían instalado para acoger a los cientos de miles de desplazados que dejó la guerra, quedaron inundadas.
"Desde el amanecer, recibimos cientos de llamadas de ciudadanos desplazados cuyas casas y tiendas de campaña se inundaron por la lluvia", explicó.
- "¿Qué se supone que debo de hacer?" -
La Franja de Gaza está situada entre el desierto del Sinaí y el Neguev, por un lado, y el mar Mediterráneo, por el otro, y sus precipitaciones se caracterizan por fuertes lluvias a finales de otoño y también en invierno.
Los gazatíes están acostumbrados a estas lluvias torrenciales pero, a causa de las restricciones impuestas por Israel a la entrada de mercancías y de ayuda humanitaria, los desplazados tuvieron que montar unos refugios incapaces de protegerlos de los aguaceros.
La tregua entre el movimiento islamista palestino Hamás e Israel, sellada en octubre, alivió parte de estas restricciones, pero, según la ONU, alrededor del 92% de los edificios resultaron dañados o destruidos durante la guerra.
Las necesidades, por eso, superan con creces lo poco que puede entrar en camiones.
Una fuente humanitaria indicó a AFP que aún no se permite la entrada a Gaza de muchos materiales necesarios para construir refugios, como ciertos tipos de postes para tiendas de campaña.
En otra parte del campamento, un hombre se ayuda del mango de una escoba para sacar el agua del centro de la lona que usó como toldo para su tienda.
Ante esta situación, Enaam al-Batrikhi, activista del campamento de desplazados, afirma que se siente impotente cuando las mujeres acuden a ella en busca de ayuda.
"¿Cómo puedo ayudarlas?", se pregunta. Según cuenta, también su carpa quedó inundada.
Nura Abu el-Kass, otra mujer desplazada, cuenta que su colchón, sus mantas y su ropa están empapadas.
"Mi hijo me envió esta tienda, pero no nos protege [del agua de lluvia]. ¿Qué se supone que debo de hacer?", comenta.
En la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja, Mohammed Shabat, su esposa y sus cinco hijos pasaron también apuros, con corrientes de aire frío colándose en su carpa.
"Vivimos en un cementerio y tengo un bebé. Esta tienda no nos protege del frío ni de la lluvia", señala Shabat. "Pronto llegará el invierno y será muy difícil", agrega, preocupado.
La temperatura en Gaza desciende entre 15 y 20 ºC por la noche, un sufrimiento añadido para los habitantes del territorio palestino, que adolece de una escasez de refugios y de comida.
Z.Huang--ThChM