Lula abre la vía a postergar la firma del acuerdo comercial UE-Mercosur
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abrió la vía este jueves a que la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur sea aplazada a enero, en medio de las protestas de miles de agricultores en Bruselas.
El texto lleva un cuarto de siglo en negociación y daría lugar a la mayor zona de libre comercio del mundo. Este jueves, en Bruselas, los líderes europeos debatían si lo respaldan.
Con ese acuerdo, los europeos podrían exportar vehículos y maquinaria a los países del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
A cambio, facilitaría la llegada a Europa de carne, arroz, miel o soja sudamericanos, considerados más competitivos debido a sus normas de producción; algo que los agricultores europeos perciben con temor.
El presidente brasileño dio cuenta de una conversación telefónica con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni.
Según contó, Meloni le pidió "paciencia de una semana, diez días, un mes" y le aseguró que, de ser así, Italia "estará de acuerdo" con el tratado. Lula transmitirá la petición a los otros dirigentes lationamericanos del Mercosur para decidir qué hacer.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, esperaba firmar el tratado el sábado durante una cumbre del Mercosur en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu. Pero para ello necesita el aval de una mayoría cualificada de los Estados miembros en Bruselas.
Ahora, todo parece apuntar a un aplazamiento, lo que daría un breve respiro a Francia, que no deja de recalcar que el acuerdo no es aceptable en su estado actual.
Un plazo adicional supondría un revés para la Comisión Europea, Alemania, España y los países nórdicos, que desean que el acuerdo se rubricara en los próximos días. Para ellos, el tratado contribuiría a impulsar las exportaciones, en un contexto de fuerte competencia china y con una administración estadounidense proclive a los aranceles.
"Sería muy frustrante el que Europa no lograra un acuerdo con el Mercosur", declaró el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a su llegada al Consejo Europeo.
En cambio, Francia, Italia, Polonia y Hungría estaban dispuestos a formar una minoría de bloqueo para oponerse a ello.
"Consideramos que las cuentas no cuadran y que este acuerdo no puede firmarse", declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, a periodistas antes de la cumbre.
- Enfado de los agricultores -
Este jueves, en Bruselas, al margen de la cumbre entre jefes de Estado y de gobierno de la UE, miles de agricultores manifestaron su ira.
Las protestas dejaron un panorama de llantas ardiendo, lanzamientos de patatas y proyectiles y el uso de cañones de agua y de gases lacrimógenos por parte de la policía. La situación fue especialmente tensa en las inmediaciones de las instituciones europeas, protegidas por un importante cordón policial.
Según la policía bruselense, 7.300 personas, con unos cincuenta tractores, participaron en la protesta autorizada, en la que prácticamente no hubo alborto.
Pero al barrio europeo llegaron otros 950 tractores, que bloquearon varias calles.
Los agricultores protestaron por varios temas, no solo por el acuerdo con el Mercosur, sino también por las tasas a los fertilizantes o la reforma de la política agrícola común (PAC) de la UE, explicaron varios participantes a la AFP.
Florence Pellissier, agricultora francesa, denunció la "competencia desleal" de productos importados tratados con sustancias prohibidas en Europa.
"Estamos aquí para decir no a Mercosur", protestó el ganadero belga Maxime Mabille.
"Es como si Europa se hubiera convertido en una dictadura", añadió, acusando a la presidenta de la Comisión Europea de intentar "imponer el acuerdo por la fuerza".
Von der Leyen se reunió por la mañana con una delegación de Copa-Cogeca, la principal organización agrícola europea, y al término del encuentro aseguró en un mensaje difundido en X que "Europa siempre estará a su lado".
Copa-Cogeca reivindicó 10.000 manifestantes procedentes de varios países, sobre todo de Francia.
"Nuestro final = vuestra hambre", rezaba un cartel escrito en un ataúd negro.
Muchos agricultores europeos acusan a los países del Mercosur de no acatar las normativas medioambientales y sociales a las que ellos están obligados, lo que les permitiría vender sus productos más baratos.
Unas preocupaciones que se suman a las de la reforma de subvenciones de la PAC, que la Comisión Europea busca, según ellos, "diluir" en el presupuesto europeo.
I.Taylor--ThChM--ThChM