The China Mail - Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

USD -
AED 3.673099
AFN 71.025985
ALL 86.949831
AMD 389.450198
ANG 1.80229
AOA 916.000203
ARS 1164.994971
AUD 1.56509
AWG 1.8025
AZN 1.701759
BAM 1.71838
BBD 2.002943
BDT 121.466383
BGN 1.71689
BHD 0.376938
BIF 2973.281671
BMD 1
BND 1.309998
BOB 6.907549
BRL 5.619785
BSD 0.999671
BTN 85.150724
BWP 13.648225
BYN 3.271568
BYR 19600
BZD 2.008127
CAD 1.382625
CDF 2878.000017
CHF 0.823455
CLF 0.024644
CLP 945.690037
CNY 7.269498
CNH 7.26815
COP 4197
CRC 505.37044
CUC 1
CUP 26.5
CVE 97.14957
CZK 21.893987
DJF 177.719903
DKK 6.552957
DOP 58.850011
DZD 132.28903
EGP 50.803098
ERN 15
ETB 131.849836
EUR 0.87781
FJD 2.290499
FKP 0.746656
GBP 0.74558
GEL 2.745035
GGP 0.746656
GHS 15.297057
GIP 0.746656
GMD 71.500526
GNF 8656.000059
GTQ 7.699235
GYD 209.77442
HKD 7.758725
HNL 25.824996
HRK 6.615497
HTG 130.805895
HUF 354.894502
IDR 16717.55
ILS 3.623935
IMP 0.746656
INR 85.17125
IQD 1310
IRR 42100.000123
ISK 128.229838
JEP 0.746656
JMD 158.360167
JOD 0.709201
JPY 142.322502
KES 129.504675
KGS 87.450007
KHR 4002.999591
KMF 432.250165
KPW 900.101764
KRW 1431.070178
KWD 0.30622
KYD 0.833088
KZT 511.373521
LAK 21619.999738
LBP 89549.99972
LKR 299.461858
LRD 199.525007
LSL 18.560047
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.455025
MAD 9.26225
MDL 17.204811
MGA 4510.00033
MKD 54.016924
MMK 2099.785163
MNT 3572.381038
MOP 7.988121
MRU 39.725023
MUR 45.195004
MVR 15.405152
MWK 1735.999776
MXN 19.551245
MYR 4.324002
MZN 64.009864
NAD 18.559961
NGN 1603.189819
NIO 36.702674
NOK 10.376205
NPR 136.24151
NZD 1.684466
OMR 0.384994
PAB 0.999671
PEN 3.666498
PGK 4.030502
PHP 56.070013
PKR 281.049939
PLN 3.74768
PYG 8005.869096
QAR 3.641499
RON 4.368904
RSD 102.971863
RUB 81.998675
RWF 1417
SAR 3.750917
SBD 8.361298
SCR 14.236431
SDG 600.498111
SEK 9.645325
SGD 1.307665
SHP 0.785843
SLE 22.75011
SLL 20969.483762
SOS 571.498004
SRD 36.850246
STD 20697.981008
SVC 8.747337
SYP 13001.961096
SZL 18.560117
THB 33.448986
TJS 10.556725
TMT 3.51
TND 2.974021
TOP 2.342102
TRY 38.48222
TTD 6.782788
TWD 32.336697
TZS 2689.999794
UAH 41.532203
UGX 3663.759967
UYU 42.093703
UZS 12944.999923
VES 86.54811
VND 26005
VUV 121.306988
WST 2.770092
XAF 576.326032
XAG 0.030331
XAU 0.000301
XCD 2.70255
XDR 0.715661
XOF 575.000121
XPF 105.250222
YER 245.049681
ZAR 18.54225
ZMK 9001.195433
ZMW 27.966701
ZWL 321.999592
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo / Foto: © AFP/Archivos

Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

Los llamados "obeliscos", diminutas moléculas, comparables a los virus pero mucho más simples, son uno de los grandes descubrimientos recientes y parecen omnipresentes en nuestro organismo, aunque de momento plantean más preguntas que certezas.

Tamaño del texto:

"Su función en nuestra salud no está establecida ni clara", comentó a la AFP Karim Majzoub, virólogo del Instituto de Genética Molecular de Montpellier.

Se trata de pequeñas hebras de ARN cerradas sobre sí mismas y cuya presencia en nuestro cuerpo se desconocía hasta hace unos meses.

Fueron descubiertos por investigadores de la universidad estadounidense de Stanford mediante el análisis profundo del ARN presente en centenares de muestras humanas.

Los obeliscos "colonizaron los microbiomas humano y planetario sin que se haya reparado en ellos hasta ahora", resume su estudio publicado en la revista Cell.

Este descubrimiento ha suscitado gran atención debido a la amplia presencia de los obeliscos y su carácter inédito, comparado con otras estructuras identificadas por virólogos y microbiólogos.

Los obeliscos, llamados así debido a su estructura en forma de bastón, pueden recordar a los virus que suelen estar formados por una secuencia de ARN que puede parasitar nuestras células, haciéndolas producir nuevas versiones de sí mismas.

Pero si los virus son estructuras extremadamente simples comparado con las bacterias, los obeliscos son aún más básicos: su secuencia de ARN es más corta y, a diferencia de los virus, circulan libremente sin estar contenidos en una cápsula hecha de proteínas.

Los obeliscos pueden también recordar a aquellas moléculas identificadas desde hace décadas pero desconocidas en gran medida porque su estudio se ha limitado sobre todo a las plantas: los viroides, que son cadenas de ARN sin envoltura.

- ¿Vestigios de tiempos inmemoriales? -

Pero los obeliscos también son diferentes, en este caso porque son un poco más complejos. A diferencia de los viroides, que solo pueden replicarse a sí mismos, parece que los obeliscos son capaces de controlar la producción de proteínas, al igual que los virus.

¿Que función tendrán las proteínas denominadas "oblinas"? No lo sabemos y ésta es una de las muchas preguntas que plantea el descubrimiento de los obeliscos.

Algunos investigadores consideran probable que tengan un papel, positivo o negativo, en nuestra salud, porque de lo contrario no estarían tan presentes en nosotros. Pero muchos mantienen la cautela.

"A veces tenemos la visión antropocéntrica de que las cosas están allí porque tienen una finalidad para nuestro organismo, pero no siempre es así", advierte Majzoub.

"Los obeliscos están allí porque la evolución se ha encargado de que hayan conseguido estar allí".

Sin embargo, el investigador recordó que ciertas estructuras similares han demostrado sus efectos, comenzando por su propio objeto de estudio: el virus de la hepatitis D, una cadena circular de ARN que sólo puede actuar como satélite en combinación con el virus más complejo de la hepatitis B.

Otra gran cuestión planteada por los obeliscos es si nos dan indicios sobre el origen de la vida en la Tierra.

Para algunos expertos, los obeliscos se suman a los viroides para respaldar la hipótesis del "mundo del ARN": la idea de que existieron formas de vida muy simples basadas en el ARN antes de la aparición del ADN.

El ADN constituye nuestro material genético y es a través del ARN, mucho menos estable, que nuestras células lo traducen en proteínas.

Un "mundo de ARN" sería más simple pero también estaría formado por organismos infinitamente menos complejos que la vida tal y como la conocemos hoy.

Según algunos científicos, los obeliscos y los viroides podrían ser "reliquias de la sopa del ARN original", señaló Majzoub.

Pero también en este caso hay que ser prudentes. La existencia de obeliscos podría ir en esa dirección, pero también es posible que sean producidos de manera aleatoria por las células y las bacterias, sin ser un resto de tiempos antiguos.

Sus descubridores mantiene la cautela. "Por el momento, no tenemos las herramientas que nos permitirían calcular hasta qué punto los obeliscos están relacionados entre sí, y por lo tanto, cuál es su 'edad'", señaló a AFP Ivan Zheludev, principal autor del estudio. "No me atrevería a especular".

B.Chan--ThChM