

El último viaje de tres barcos vikingos en Noruega
Con más de mil años de antigüedad, tres venerables barcos vikingos superaron las pruebas del tiempo y se preparan para lo que debería ser su último viaje, un traslado de alto riesgo hacia su destino final en Noruega.
El primero de los tres en dar el gran salto será el Oseberg, que llegará este miércoles a una ampliación del Museo de la Era Vikinga en una península de Oslo, construida recientemente para albergar este tesoro nacional en condiciones óptimas.
Este traslado promete ser lento: tan antiguo como frágil, el casco de roble -envuelto en una pesada protección metálica- debe recorrer unos cien metros en 10 horas, suspendido de una grúa que se mueve sobre un riel fijado al techo.
"Hay algo profundamente conmovedor en pensar que estos barcos, con su larga historia y todas las travesías realizadas, van a emprender su último viaje", afirma la directora del museo, Aud Tønnessen.
Bautizados con el nombre del lugar donde fueron descubiertos, el Oseberg, el Gokstad y el Tune se conservaban en un edificio cruciforme de 1926, demasiado pequeño e inadecuado para la conservación de barcos construidos entre los años 840 y 910.
"Estaban expuestos a la humedad, a las vibraciones... Con el tiempo, la presión se hizo tan fuerte que empezaron a mostrar signos de que acabarían hundiéndose sobre sus soportes", explica Tønnessen.
En consecuencia, se decidió trasladarlos a otro lugar: un edificio climatizado, construido especialmente como prolongación del antiguo museo, que debería permitir conservarlos en buen estado durante unos cien años.
No obstante, el traslado en sí mismo es peligroso.
"Debemos llevar a cabo esta operación sin dañar aún más los barcos, pero sabemos que cada manipulación les resulta perjudicial", subraya el conservador David Hauer, quien lleva años trabajando en el proyecto.
"Son cascos trincados [cuyas planchas se superponen parcialmente, ndlr] de 1200 años de antigüedad. A la menor deformación, se agrietan entre los remaches y la madera se resquebraja", relata.
- Precisión muy alta -
Se han tomado infinitas precauciones para evitar daños y, en particular, vibraciones durante el transporte, previsto a un ritmo de 5,5 minutos por metro recorrido.
Incluso, se recurrió a un grupo de servicios de la industria petrolera con gran experiencia en trabajos de alta precisión, como la instalación -con una precisión milimétrica- de enormes estructuras a 300 metros bajo el mar.
"Pero aquí se trata aún de otro nivel", afirma Hauer.
"El grado de precisión requerido, por ejemplo en materia de vibraciones, es el mismo que para los microscopios electrónicos [que requieren una estabilidad extrema] en los hospitales. Con la diferencia de que, en este caso, hay que levantar el microscopio electrónico, moverlo y volver a colocarlo para que pueda volver a usarse", detalla.
Si todo va según lo previsto, el Gokstad debería llegar a su nueva ubicación en el otoño boreal, y el Tune a mediados de 2026.
Encontrados en túmulos funerarios en distintos yacimientos al suroeste y sureste de Oslo, los tres barcos vikingos tienen cada uno sus propias particularidades.
El Oseberg, decorado sin escatimar en nada, con elaboradas esculturas, está considerado como el barco vikingo mejor conservado del mundo.
Mientras que el Gokstad, con 23 metros de largo y 5 metros de ancho, es el más grande de los tres, con capacidad para 32 remeros, y el Tune, el más deteriorado, se cree que era un barco de guerra especialmente rápido.
Contrariamente a la creencia popular, ninguno de ellos es un "drakkar" [barco de guerra], un término rechazado por los historiadores, quienes sostienen que la palabra fue inventada en Francia a mediados del siglo XIX, sin ninguna legitimidad histórica.
G.Fung--ThChM