The China Mail - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

USD -
AED 3.672535
AFN 70.497632
ALL 85.297857
AMD 383.759759
ANG 1.789623
AOA 917.000241
ARS 1182.244905
AUD 1.531253
AWG 1.8025
AZN 1.699831
BAM 1.688822
BBD 2.018142
BDT 122.249135
BGN 1.691255
BHD 0.377078
BIF 2942
BMD 1
BND 1.27971
BOB 6.921831
BRL 5.492802
BSD 0.999486
BTN 85.958163
BWP 13.345422
BYN 3.271062
BYR 19600
BZD 2.007728
CAD 1.357815
CDF 2877.000014
CHF 0.813696
CLF 0.024399
CLP 936.298835
CNY 7.17975
CNH 7.181295
COP 4100.5
CRC 503.844676
CUC 1
CUP 26.5
CVE 95.624998
CZK 21.458964
DJF 177.719494
DKK 6.45345
DOP 59.249829
DZD 130.201989
EGP 50.217601
ERN 15
ETB 134.296802
EUR 0.86526
FJD 2.24075
FKP 0.735417
GBP 0.73716
GEL 2.72501
GGP 0.735417
GHS 10.274996
GIP 0.735417
GMD 71.501
GNF 8655.999827
GTQ 7.681581
GYD 209.114263
HKD 7.84964
HNL 26.149742
HRK 6.519499
HTG 130.801014
HUF 347.946502
IDR 16271.2
ILS 3.50085
IMP 0.735417
INR 86.086503
IQD 1310
IRR 42109.999907
ISK 124.239985
JEP 0.735417
JMD 159.534737
JOD 0.709017
JPY 144.787051
KES 129.19855
KGS 87.450009
KHR 4019.999763
KMF 425.499483
KPW 900.005137
KRW 1362.389917
KWD 0.30603
KYD 0.832934
KZT 512.565895
LAK 21677.502829
LBP 89600.000374
LKR 300.951131
LRD 199.650259
LSL 17.820162
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.425002
MAD 9.122495
MDL 17.092157
MGA 4434.999787
MKD 53.255616
MMK 2098.952839
MNT 3582.467491
MOP 8.081774
MRU 39.669888
MUR 45.398309
MVR 15.405013
MWK 1736.000133
MXN 18.936903
MYR 4.241503
MZN 63.949763
NAD 17.819783
NGN 1543.549863
NIO 36.304652
NOK 9.909735
NPR 137.533407
NZD 1.649501
OMR 0.384495
PAB 0.999503
PEN 3.602499
PGK 4.1219
PHP 56.652498
PKR 283.102594
PLN 3.69776
PYG 7973.439139
QAR 3.640499
RON 4.3456
RSD 101.434165
RUB 78.500361
RWF 1425
SAR 3.751806
SBD 8.347391
SCR 14.673619
SDG 600.498295
SEK 9.486805
SGD 1.281225
SHP 0.785843
SLE 22.224972
SLL 20969.503664
SOS 571.497429
SRD 38.740987
STD 20697.981008
SVC 8.745774
SYP 13001.896779
SZL 17.819934
THB 32.501154
TJS 10.125468
TMT 3.5
TND 2.922499
TOP 2.3421
TRY 39.379199
TTD 6.785398
TWD 29.451503
TZS 2589.181949
UAH 41.557366
UGX 3603.362447
UYU 40.870605
UZS 12730.000048
VES 102.167008
VND 26060
VUV 119.91429
WST 2.751779
XAF 566.420137
XAG 0.02744
XAU 0.000295
XCD 2.70255
XDR 0.70726
XOF 564.999778
XPF 103.593826
YER 242.949872
ZAR 17.827017
ZMK 9001.202368
ZMW 24.238499
ZWL 321.999592

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.