The China Mail - La deuda de Francia crece

USD -
AED 3.6725
AFN 69.501552
ALL 84.301691
AMD 383.839933
ANG 1.789699
AOA 917.000018
ARS 1291.477699
AUD 1.53492
AWG 1.8025
AZN 1.702495
BAM 1.691261
BBD 2.020858
BDT 122.963969
BGN 1.69349
BHD 0.376975
BIF 2942.5
BMD 1
BND 1.288565
BOB 6.916741
BRL 5.572763
BSD 1.000873
BTN 86.834174
BWP 13.548842
BYN 3.275175
BYR 19600
BZD 2.010594
CAD 1.377005
CDF 2889.999642
CHF 0.8054
CLF 0.02449
CLP 960.740058
CNY 7.176899
CNH 7.18053
COP 4136.5
CRC 505.798217
CUC 1
CUP 26.5
CVE 95.949758
CZK 21.280503
DJF 177.720197
DKK 6.45939
DOP 60.999958
DZD 130.395993
EGP 48.646603
ERN 15
ETB 138.198917
EUR 0.86545
FJD 2.279029
FKP 0.746724
GBP 0.74875
GEL 2.699678
GGP 0.746724
GHS 10.500406
GIP 0.746724
GMD 72.000206
GNF 8655.999669
GTQ 7.680167
GYD 209.402578
HKD 7.849785
HNL 26.349964
HRK 6.522698
HTG 131.261377
HUF 346.059502
IDR 16374.9
ILS 3.367405
IMP 0.746724
INR 87.06355
IQD 1310
IRR 42112.499815
ISK 123.080315
JEP 0.746724
JMD 160.34901
JOD 0.709048
JPY 148.395499
KES 129.495986
KGS 87.316399
KHR 4019.999499
KMF 426.502086
KPW 899.957856
KRW 1388.029861
KWD 0.30549
KYD 0.83409
KZT 543.660522
LAK 21575.000206
LBP 89538.285754
LKR 302.389332
LRD 201.000031
LSL 17.889799
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.409798
MAD 9.089503
MDL 17.080469
MGA 4430.000071
MKD 53.306547
MMK 2099.008816
MNT 3590.523064
MOP 8.093224
MRU 39.81993
MUR 46.090168
MVR 15.396211
MWK 1736.495264
MXN 18.746955
MYR 4.235002
MZN 63.959653
NAD 17.8897
NGN 1529.797801
NIO 36.749549
NOK 10.198396
NPR 138.93811
NZD 1.67832
OMR 0.384493
PAB 1.00093
PEN 3.5525
PGK 4.152009
PHP 57.412008
PKR 283.049988
PLN 3.704149
PYG 7496.83272
QAR 3.640749
RON 4.394398
RSD 101.418033
RUB 80.752457
RWF 1440
SAR 3.750576
SBD 8.244163
SCR 14.144772
SDG 600.500338
SEK 9.646402
SGD 1.286895
SHP 0.785843
SLE 22.999737
SLL 20969.503947
SOS 571.506653
SRD 36.698062
STD 20697.981008
STN 21.45
SVC 8.757615
SYP 13001.494114
SZL 17.889789
THB 32.380341
TJS 9.533998
TMT 3.51
TND 2.894992
TOP 2.342104
TRY 40.576978
TTD 6.793556
TWD 29.702202
TZS 2569.999917
UAH 41.84319
UGX 3587.967467
UYU 40.048255
UZS 12600.000526
VES 122.68725
VND 26225
VUV 119.302992
WST 2.743399
XAF 567.277366
XAG 0.026168
XAU 0.0003
XCD 2.70255
XCG 1.803842
XDR 0.69341
XOF 558.999785
XPF 103.850162
YER 240.650227
ZAR 17.872399
ZMK 9001.191881
ZMW 22.996995
ZWL 321.999592

La deuda de Francia crece




Francia se enfrenta a un reto financiero sin precedentes. Con una deuda pública de más de 3,2 billones de euros, que representa más del 110 % del producto interior bruto (PIB), la segunda economía más grande de la zona euro se encuentra en una situación peligrosa. El déficit presupuestario se sitúa en torno al 5,5 % del PIB y se prevé que supere el 6 % este año. Estas cifras superan con creces los requisitos de la UE, que permiten un déficit máximo del 3 % y una ratio de deuda del 60 % del PIB. Los mercados financieros reaccionan con creciente nerviosismo y los tipos de interés de los bonos del Estado francés alcanzan niveles récord. ¿Qué ha provocado este caos de la deuda y cómo puede Francia evitar el abismo que se avecina?

Las raíces de la crisis son profundas. Durante décadas, Francia ha mantenido una relación relajada con la deuda, que contrasta con la estricta disciplina presupuestaria de otros países como Alemania. Durante la pandemia del coronavirus y la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania, el Gobierno inyectó miles de millones en la economía para apoyar a los hogares y las empresas. Las subvenciones a los precios de la electricidad y las generosas prestaciones sociales mantuvieron la economía estable, pero provocaron un aumento vertiginoso de la deuda. Desde 2017, cuando el presidente Emmanuel Macron asumió el cargo, la deuda pública ha aumentado en casi un billón de euros. Los críticos acusan al Gobierno de haber retrasado las reformas estructurales necesarias, mientras que el gasto público se sitúa en casi el 60 % del PIB, uno de los más altos del mundo.

La situación política agrava la crisis. Tras las elecciones parlamentarias anticipadas de verano de 2024, el Parlamento está fragmentado y es difícil formar mayorías. El primer ministro François Bayrou, en el cargo desde otoño de 2024, ha presentado un ambicioso programa de austeridad para reducir el déficit por debajo del 3 % para 2029. Las medidas incluyen la supresión de dos días festivos, la congelación de las pensiones y las prestaciones sociales, la eliminación de 3000 puestos de funcionarios y una mayor imposición de las rentas altas. Sin embargo, estos planes se enfrentan a una fuerte oposición. El partido nacionalista de derecha Rassemblement National y los partidos de izquierda amenazan con votar una moción de censura, lo que pone en peligro el Gobierno de Bayrou. Su predecesor, Michel Barnier, ya tuvo que dimitir tras solo tres meses en el cargo, cuando fracasó su proyecto de presupuesto.

Los mercados financieros observan la situación con recelo. Los tipos de interés de los bonos del Estado francés superan en algunos casos a los de Grecia, lo que constituye una señal alarmante. Solo para el servicio de la deuda, Francia gasta alrededor de 50 000 millones de euros al año, y la tendencia va en aumento. Los expertos advierten de que esta cifra podría ascender a entre 80 000 y 90 000 millones de euros en 2027, lo que haría prácticamente imposible invertir en educación, infraestructuras o protección del clima. Las agencias de calificación crediticia como S&P y Moody's siguen considerando sólida la solvencia de Francia, pero han amenazado con rebajarla si no se reducen los déficits.

La crisis también tiene dimensiones europeas. Francia es sistémicamente importante para la zona del euro, y un aumento incontrolado de la deuda podría poner en peligro la estabilidad de la moneda común. A diferencia de la crisis de la deuda griega de 2008, en la que intervinieron los fondos de rescate, un paquete de rescate para Francia sería difícilmente financiable. La UE ha iniciado un procedimiento disciplinario contra Francia para ejercer presión en favor de la consolidación presupuestaria, pero la inestabilidad política dificulta las reformas.

¿Qué puede hacer Francia? Los planes de austeridad de Bayrou son un primer paso, pero su aplicación es incierta. Las subidas de impuestos son políticamente delicadas, ya que Francia ya tiene una de las tasas impositivas más altas de Europa. Los recortes del gasto podrían frenar el crecimiento económico, que este año apenas supera el 1 %. Al mismo tiempo, los expertos exigen reformas estructurales para aumentar la productividad y reducir la dependencia del sector público. Sin mayorías políticas claras, sigue existiendo el riesgo de que Francia siga cayendo en la trampa de la deuda.

Los ciudadanos ya están sintiendo la crisis. Se multiplican las huelgas y las protestas contra las medidas de austeridad, y el clima social es tenso. Muchos franceses se sienten atrapados entre el alto coste de la vida y los recortes que se avecinan. El Gobierno se enfrenta al reto de recuperar la credibilidad sin perder la confianza de los mercados ni de la población.

Salir del caos de la deuda requiere valentía y voluntad de compromiso. Bayrou ha calificado la situación como «la última parada antes del abismo». Que Francia pueda superar esta crisis depende de que la política y la sociedad estén dispuestas a tomar decisiones difíciles. El tiempo apremia, porque los mercados financieros no perdonan más retrasos. Francia se encuentra en una encrucijada: entre las reformas y el riesgo.