The China Mail - La deuda de Francia crece

USD -
AED 3.672498
AFN 65.999546
ALL 83.886299
AMD 382.569343
ANG 1.789982
AOA 916.999667
ARS 1450.724895
AUD 1.535992
AWG 1.8025
AZN 1.703625
BAM 1.701894
BBD 2.013462
BDT 121.860805
BGN 1.698675
BHD 0.376969
BIF 2951
BMD 1
BND 1.306514
BOB 6.907654
BRL 5.340706
BSD 0.999682
BTN 88.718716
BWP 13.495075
BYN 3.407518
BYR 19600
BZD 2.010599
CAD 1.40972
CDF 2221.000107
CHF 0.8083
CLF 0.024025
CLP 942.260127
CNY 7.12675
CNH 7.124335
COP 3834.5
CRC 501.842642
CUC 1
CUP 26.5
CVE 96.374981
CZK 21.130974
DJF 177.719889
DKK 6.481435
DOP 64.297733
DZD 130.702957
EGP 47.350598
ERN 15
ETB 153.125026
EUR 0.868055
FJD 2.281097
FKP 0.766404
GBP 0.765345
GEL 2.714973
GGP 0.766404
GHS 10.924959
GIP 0.766404
GMD 73.496433
GNF 8691.000207
GTQ 7.661048
GYD 209.152772
HKD 7.774794
HNL 26.359887
HRK 6.537806
HTG 130.911876
HUF 335.451502
IDR 16695.1
ILS 3.253855
IMP 0.766404
INR 88.641051
IQD 1310
IRR 42112.439107
ISK 127.05977
JEP 0.766404
JMD 160.956848
JOD 0.709027
JPY 153.633017
KES 129.201234
KGS 87.449557
KHR 4027.000211
KMF 427.999878
KPW 900.033283
KRW 1447.48028
KWD 0.30713
KYD 0.83313
KZT 525.140102
LAK 21712.500514
LBP 89549.999727
LKR 304.599802
LRD 182.625016
LSL 17.379986
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.455014
MAD 9.301979
MDL 17.135125
MGA 4500.000656
MKD 53.533982
MMK 2099.044592
MNT 3585.031206
MOP 8.006805
MRU 38.249781
MUR 45.999702
MVR 15.404977
MWK 1736.000423
MXN 18.58737
MYR 4.18301
MZN 63.960022
NAD 17.380215
NGN 1440.729964
NIO 36.770288
NOK 10.170899
NPR 141.949154
NZD 1.7668
OMR 0.384495
PAB 0.999687
PEN 3.376505
PGK 4.216027
PHP 58.845981
PKR 280.85006
PLN 3.69242
PYG 7077.158694
QAR 3.640957
RON 4.414195
RSD 101.74198
RUB 81.125016
RWF 1450
SAR 3.750543
SBD 8.223823
SCR 13.740948
SDG 600.503506
SEK 9.536655
SGD 1.304925
SHP 0.750259
SLE 23.200677
SLL 20969.499529
SOS 571.507056
SRD 38.558019
STD 20697.981008
STN 21.45
SVC 8.747031
SYP 11056.895466
SZL 17.38022
THB 32.350333
TJS 9.257197
TMT 3.5
TND 2.960056
TOP 2.342104
TRY 42.11875
TTD 6.775354
TWD 30.898017
TZS 2459.806973
UAH 42.064759
UGX 3491.230589
UYU 39.758439
UZS 11987.497487
VES 227.27225
VND 26315
VUV 122.169446
WST 2.82328
XAF 570.814334
XAG 0.020533
XAU 0.000249
XCD 2.70255
XCG 1.801656
XDR 0.70875
XOF 570.495888
XPF 104.149691
YER 238.497406
ZAR 17.363401
ZMK 9001.204121
ZMW 22.392878
ZWL 321.999592

La deuda de Francia crece




Francia se enfrenta a un reto financiero sin precedentes. Con una deuda pública de más de 3,2 billones de euros, que representa más del 110 % del producto interior bruto (PIB), la segunda economía más grande de la zona euro se encuentra en una situación peligrosa. El déficit presupuestario se sitúa en torno al 5,5 % del PIB y se prevé que supere el 6 % este año. Estas cifras superan con creces los requisitos de la UE, que permiten un déficit máximo del 3 % y una ratio de deuda del 60 % del PIB. Los mercados financieros reaccionan con creciente nerviosismo y los tipos de interés de los bonos del Estado francés alcanzan niveles récord. ¿Qué ha provocado este caos de la deuda y cómo puede Francia evitar el abismo que se avecina?

Las raíces de la crisis son profundas. Durante décadas, Francia ha mantenido una relación relajada con la deuda, que contrasta con la estricta disciplina presupuestaria de otros países como Alemania. Durante la pandemia del coronavirus y la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania, el Gobierno inyectó miles de millones en la economía para apoyar a los hogares y las empresas. Las subvenciones a los precios de la electricidad y las generosas prestaciones sociales mantuvieron la economía estable, pero provocaron un aumento vertiginoso de la deuda. Desde 2017, cuando el presidente Emmanuel Macron asumió el cargo, la deuda pública ha aumentado en casi un billón de euros. Los críticos acusan al Gobierno de haber retrasado las reformas estructurales necesarias, mientras que el gasto público se sitúa en casi el 60 % del PIB, uno de los más altos del mundo.

La situación política agrava la crisis. Tras las elecciones parlamentarias anticipadas de verano de 2024, el Parlamento está fragmentado y es difícil formar mayorías. El primer ministro François Bayrou, en el cargo desde otoño de 2024, ha presentado un ambicioso programa de austeridad para reducir el déficit por debajo del 3 % para 2029. Las medidas incluyen la supresión de dos días festivos, la congelación de las pensiones y las prestaciones sociales, la eliminación de 3000 puestos de funcionarios y una mayor imposición de las rentas altas. Sin embargo, estos planes se enfrentan a una fuerte oposición. El partido nacionalista de derecha Rassemblement National y los partidos de izquierda amenazan con votar una moción de censura, lo que pone en peligro el Gobierno de Bayrou. Su predecesor, Michel Barnier, ya tuvo que dimitir tras solo tres meses en el cargo, cuando fracasó su proyecto de presupuesto.

Los mercados financieros observan la situación con recelo. Los tipos de interés de los bonos del Estado francés superan en algunos casos a los de Grecia, lo que constituye una señal alarmante. Solo para el servicio de la deuda, Francia gasta alrededor de 50 000 millones de euros al año, y la tendencia va en aumento. Los expertos advierten de que esta cifra podría ascender a entre 80 000 y 90 000 millones de euros en 2027, lo que haría prácticamente imposible invertir en educación, infraestructuras o protección del clima. Las agencias de calificación crediticia como S&P y Moody's siguen considerando sólida la solvencia de Francia, pero han amenazado con rebajarla si no se reducen los déficits.

La crisis también tiene dimensiones europeas. Francia es sistémicamente importante para la zona del euro, y un aumento incontrolado de la deuda podría poner en peligro la estabilidad de la moneda común. A diferencia de la crisis de la deuda griega de 2008, en la que intervinieron los fondos de rescate, un paquete de rescate para Francia sería difícilmente financiable. La UE ha iniciado un procedimiento disciplinario contra Francia para ejercer presión en favor de la consolidación presupuestaria, pero la inestabilidad política dificulta las reformas.

¿Qué puede hacer Francia? Los planes de austeridad de Bayrou son un primer paso, pero su aplicación es incierta. Las subidas de impuestos son políticamente delicadas, ya que Francia ya tiene una de las tasas impositivas más altas de Europa. Los recortes del gasto podrían frenar el crecimiento económico, que este año apenas supera el 1 %. Al mismo tiempo, los expertos exigen reformas estructurales para aumentar la productividad y reducir la dependencia del sector público. Sin mayorías políticas claras, sigue existiendo el riesgo de que Francia siga cayendo en la trampa de la deuda.

Los ciudadanos ya están sintiendo la crisis. Se multiplican las huelgas y las protestas contra las medidas de austeridad, y el clima social es tenso. Muchos franceses se sienten atrapados entre el alto coste de la vida y los recortes que se avecinan. El Gobierno se enfrenta al reto de recuperar la credibilidad sin perder la confianza de los mercados ni de la población.

Salir del caos de la deuda requiere valentía y voluntad de compromiso. Bayrou ha calificado la situación como «la última parada antes del abismo». Que Francia pueda superar esta crisis depende de que la política y la sociedad estén dispuestas a tomar decisiones difíciles. El tiempo apremia, porque los mercados financieros no perdonan más retrasos. Francia se encuentra en una encrucijada: entre las reformas y el riesgo.