The China Mail - Económica de Arabia Saudita?

USD -
AED 3.672575
AFN 70.362962
ALL 84.680956
AMD 383.829394
ANG 1.789623
AOA 916.999616
ARS 1182.243896
AUD 1.529403
AWG 1.8025
AZN 1.690914
BAM 1.68999
BBD 2.018345
BDT 122.251649
BGN 1.69103
BHD 0.377164
BIF 2976.449189
BMD 1
BND 1.280497
BOB 6.932605
BRL 5.485401
BSD 0.999581
BTN 86.165465
BWP 13.364037
BYN 3.271364
BYR 19600
BZD 2.007889
CAD 1.356085
CDF 2877.000333
CHF 0.812897
CLF 0.024363
CLP 934.930367
CNY 7.17975
CNH 7.184905
COP 4104.87
CRC 503.419642
CUC 1
CUP 26.5
CVE 95.27986
CZK 21.437036
DJF 178.002826
DKK 6.44708
DOP 59.103851
DZD 129.925988
EGP 50.147803
ERN 15
ETB 134.235906
EUR 0.86441
FJD 2.2392
FKP 0.735417
GBP 0.736915
GEL 2.725014
GGP 0.735417
GHS 10.295649
GIP 0.735417
GMD 71.478575
GNF 8660.787965
GTQ 7.677452
GYD 209.05827
HKD 7.849639
HNL 26.100744
HRK 6.516502
HTG 130.823436
HUF 348.328978
IDR 16297.4
ILS 3.501185
IMP 0.735417
INR 86.253849
IQD 1309.530496
IRR 42110.000293
ISK 124.179737
JEP 0.735417
JMD 159.096506
JOD 0.70904
JPY 144.678502
KES 129.330042
KGS 87.449926
KHR 4003.335393
KMF 425.492558
KPW 900.005137
KRW 1365.311953
KWD 0.30611
KYD 0.833071
KZT 518.62765
LAK 21565.992819
LBP 89565.318828
LKR 300.634675
LRD 199.924824
LSL 17.831217
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.423902
MAD 9.108647
MDL 17.073582
MGA 4488.954752
MKD 53.206805
MMK 2098.952839
MNT 3582.467491
MOP 8.082384
MRU 39.463918
MUR 45.409758
MVR 15.404993
MWK 1733.367321
MXN 18.92273
MYR 4.245502
MZN 63.950342
NAD 17.831217
NGN 1546.389769
NIO 36.78437
NOK 9.870125
NPR 137.864917
NZD 1.645874
OMR 0.384523
PAB 0.999581
PEN 3.601619
PGK 4.115667
PHP 56.777008
PKR 283.240429
PLN 3.69895
PYG 7985.068501
QAR 3.64612
RON 4.347599
RSD 101.359014
RUB 78.392543
RWF 1443.464661
SAR 3.751682
SBD 8.347391
SCR 14.674362
SDG 600.500615
SEK 9.46117
SGD 1.28102
SHP 0.785843
SLE 22.224985
SLL 20969.503664
SOS 571.250815
SRD 38.740987
STD 20697.981008
SVC 8.746333
SYP 13001.896779
SZL 17.827069
THB 32.520496
TJS 9.901191
TMT 3.5
TND 2.954415
TOP 2.3421
TRY 39.386865
TTD 6.786574
TWD 29.499802
TZS 2599.18204
UAH 41.534467
UGX 3593.756076
UYU 41.070618
UZS 12709.920201
VES 102.166997
VND 26081.5
VUV 119.91429
WST 2.751779
XAF 566.806793
XAG 0.027021
XAU 0.000295
XCD 2.70255
XDR 0.70726
XOF 566.811691
XPF 103.051539
YER 242.949991
ZAR 17.816395
ZMK 9001.207696
ZMW 24.335406
ZWL 321.999592

Económica de Arabia Saudita?




Arabia Saudí, símbolo durante mucho tiempo de la riqueza impulsada por el petróleo, se enfrenta a crecientes retos económicos que amenazan su estabilidad financiera en esta década. La fuerte dependencia del reino de los ingresos del petróleo, junto con los ambiciosos planes de gasto y los cambios en el mercado mundial, ha creado una situación fiscal precaria. Los analistas advierten de que, sin reformas significativas, la nación corre el riesgo de agotar sus reservas y entrar en una espiral hacia la quiebra.

El problema fundamental radica en la dependencia de Arabia Saudí del petróleo, que representa una parte sustancial de sus ingresos. Los precios mundiales del petróleo han sido volátiles y recientemente han caído por debajo de los 60 dólares por barril, un nivel demasiado bajo para sostener el presupuesto del reino. El Fondo Monetario Internacional estima que Arabia Saudí necesita que los precios del petróleo superen los 90 dólares por barril para equilibrar su presupuesto nacional. Con unos costes de producción entre los más bajos del mundo, el reino puede soportar precios más bajos durante más tiempo que muchos de sus competidores, pero la prolongada recesión está erosionando sus reservas fiscales. Los ingresos petroleros del primer trimestre de este año cayeron un 18 % interanual, lo que refleja tanto la bajada de los precios como el estancamiento de los niveles de producción.

A esto se suma el agresivo gasto del reino en el marco de Visión 2030, un plan transformador para diversificar la economía. Megaproyectos como NEOM, una ciudad futurista, y las inversiones en turismo, tecnología y entretenimiento requieren un capital enorme. El Fondo de Inversión Pública, encargado de impulsar estas iniciativas, tiene previsto inyectar 267 000 millones de dólares en la economía local para 2025. Aunque los ingresos no petroleros crecieron un 2 % en el primer trimestre, siguen siendo insuficientes para compensar la caída de los ingresos petroleros. Se prevé que el déficit presupuestario del Gobierno se amplíe hasta casi el 5 % del PIB este año, frente al 2,5 % del año pasado, con estimaciones que apuntan a un déficit de hasta 67 000 millones de dólares.

Las reservas de divisas de Arabia Saudí, que alcanzaron un máximo de 746 000 millones de dólares en 2014, se han reducido a 434 600 millones a finales de 2023. La Agencia Monetaria de Arabia Saudí ha transferido fondos al Fondo de Inversión Pública y ha financiado la recuperación tras la pandemia, lo que ha supuesto una mayor presión sobre las reservas. Para cubrir el déficit, el reino ha recurrido al endeudamiento, y la deuda pública supera ahora los 300 000 millones de dólares. Los planes de emitir 11 000 millones de dólares adicionales en bonos y sukuk este año indican una creciente dependencia de los mercados de deuda. La ratio deuda/PIB, aunque relativamente baja, del 26 %, está aumentando de forma constante, lo que suscita preocupación sobre la sostenibilidad a largo plazo.

La situación económica mundial añade más presión. La demanda de petróleo se está debilitando debido a la desaceleración de la economía mundial, especialmente en mercados importantes como China. La estrategia de Arabia Saudí de inundar los mercados para mantener su cuota, como se ha visto en anteriores guerras de precios, corre el riesgo de ser contraproducente. A diferencia de las campañas anteriores de 2014 y 2020, que lograron frenar la producción de sus rivales, las medidas actuales podrían no estimular la demanda, dejando al reino expuesto a unos precios bajos prolongados. La decisión de revertir los recortes de producción de la OPEP+, que añaden casi un millón de barriles diarios al suministro mundial, ha provocado una caída de los precios, lo que socava los objetivos de ingresos.

A nivel interno, el reino se enfrenta a retos para mantener su contrato social. El elevado gasto público en salarios, subsidios e infraestructuras ha sustentado durante mucho tiempo el apoyo de la población. Más de dos tercios de los saudíes en activo trabajan para el Estado, y los salarios consumen una parte significativa del presupuesto. Las medidas de recorte de gastos, como la reducción de los subsidios y los nuevos impuestos, han despertado el malestar de los ciudadanos acostumbrados a un generoso sistema de bienestar. El gasto militar, incluida la participación en conflictos regionales como el de Yemen, sigue agotando los recursos, sin que se vislumbre una solución clara.

Se están llevando a cabo esfuerzos para diversificar la economía, pero se enfrentan a obstáculos. La Visión 2030 tiene como objetivo aumentar la contribución del sector privado al 65 % del PIB para 2030, pero los avances son lentos. Los sectores no petroleros, como el turismo y la industria manufacturera, están creciendo, pero siguen siendo incipientes. Los requisitos de contenido local, como el impulso de Saudi Aramco para que el 70 % de las compras se realicen en el país para 2025, tienen como objetivo estimular la industria nacional, pero pueden disuadir a los inversores extranjeros recelosos de las regulaciones restrictivas. Mientras tanto, la población joven del reino, con grandes expectativas en materia de empleo y oportunidades, añade presión para obtener resultados tangibles.

Los factores geopolíticos también influyen. Los recientes acuerdos comerciales, entre ellos un acuerdo de defensa por valor de 142 000 millones de dólares con Estados Unidos, reflejan las prioridades estratégicas de Arabia Saudí, pero suponen una carga adicional para las finanzas. Las inversiones en inteligencia artificial y otros sectores forman parte de un impulso más amplio para posicionar al reino como actor global, pero llegan en un momento en el que la prudencia fiscal es fundamental. La capacidad del reino para cumplir estos compromisos y atender al mismo tiempo las necesidades internas será un delicado ejercicio de equilibrio.

Arabia Saudí no carece de herramientas para evitar la crisis. Sus bajos costes de producción le proporcionan una ventaja competitiva y sus importantes reservas, aunque disminuidas, ofrecen un colchón. El Gobierno ha señalado su disposición a recortar gastos y aumentar el endeudamiento, lo que podría retrasar o reducir algunos proyectos de la Visión 2030. La privatización y las asociaciones público-privadas podrían aliviar la presión fiscal, al igual que un repunte de los precios del petróleo, aunque esto último parece poco probable a corto plazo. La ley de quiebras del reino, reformada en 2018, proporciona un marco para la reestructuración de las entidades en dificultades, lo que podría mitigar las quiebras empresariales.

Sin embargo, el camino a seguir está plagado de riesgos. La persistencia de los bajos precios del petróleo, la incapacidad de diversificar las fuentes de ingresos y el gasto descontrolado podrían agotar las reservas en pocos años. Se cierne la posibilidad de una devaluación del riyal saudí, vinculado al dólar estadounidense, lo que podría desencadenar la inflación y el malestar social. La estabilidad política, vinculada desde hace tiempo a la prosperidad económica, podría ponerse a prueba si crece el descontento público. Los dirigentes del reino deben actuar con decisión para reformar el gasto, acelerar la diversificación y reforzar el crecimiento no petrolero a fin de evitar un ajuste financiero.